En este 9 de julio, la Argentina recuerda otro aniversario
histórico: hoy se cumplen setenta años de la declaración de la Independencia
Económica, que al igual que la de 1816, fue celebrada en la ciudad de San
Miguel de Tucumán en 1947, por decisión del presidente de la Nación, Juan
Domingo Perón.
Miles de tucumanos se dieron cita para la celebración del
centésimo trigésimo primer aniversario de la Declaración de la Independencia, y
el primer mandatario nacional estuvo acompañado por todo su gabinete nacional
en pleno, el entonces gobernador provincial, Carlos Domínguez y el presidente
de Chile, Gabriel Enrique González Videla.
La Casa Histórica fue el escenario donde se rubricó el Acta
de la independencia económica, y según consignan las páginas periodísticas de
la época, el presidente Perón afirmó que significaba un hecho trascendental
para “romper los vínculos dominadores del capitalismo foráneo enclavado en el
país”.
Plan Quinquenal
El gobierno peronista enmarcó el documento dentro del
denominado “Primer Plan Quinquenal”, que entre otras medidas incluyó la
nacionalización del Banco Central y la toma de créditos para el desarrollo la
Industria Argentina; la nacionalización de los Ferrocarriles –por entonces de
propiedad británica-, que dio pie a la creación de la empresa Ferrocarriles del
Estado Argentino; el Plan Siderúrgico Argentino impulsado por el Gral. Manuel
Savio que incluyó la fundación de la empresa siderúrgica estatal SOMISA
(Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina).
La declaración planteó la independencia de la Nación de
todos los organismos internacionales de crédito y marcó la impronta en forma
elocuente del rumbo político y económico trazado por el primer gobierno
peronista, que se desarrolló durante los años 1946 hasta 1952.
Aspiramos a una liberación absoluta de todo colonialismo
económico, que rescate al país de la dependencia de las finanzas foráneas. Sin
bases económicas no puede haber bienestar social: es necesario crear esas bases
económicas”. ( Juan Domingo Perón)
En su discurso describió también su perfil industrialista al
decir que, como Nación “debemos producir el doble y a eso multiplicarlo por
cuatro, mediante una buena industrialización –es decir, enriqueciendo la
producción por la industria-, distribuir equitativamente esa riqueza y aumentar
el estándar de vida de nuestras poblaciones. Lo que otros vendieron, nosotros
lo hemos recuperado. Al afán mercenario de otrora, sucede el espíritu
hondamente patriótico que ha sabido sacar del esfuerzo y hasta del sacrificio
el vigor necesario para acometer la magna empresa de nuestra total
recuperación”.
PUNTOS PRINCIPALES
Reafirmar el propósito del pueblo argentino de consumar su
emancipación económica de los poderes capitalistas foráneos.
Movilizar las inmensas fuerzas productivas nacionales y
concertar los términos de una verdadera política.
En el comercio internacional tengan base de discusión,
negociación y comercialización los productos de trabajo argentino.
Los pueblos de la tierra que los consumen puedan encontrar
un nivel de prosperidad y bienestar más alto que los alcanzados en ninguna
época anterior y superiores a los que puedan anotarse en el presente.
Reafirman la voluntad de ser económicamente libres como hace
ciento treinta años proclamaron ser políticamente independientes.
Las fuerzas de la producción e industrialización tienen
ahora una amplitud y alcance no conocidos y pueden ser superadas por la acción
y trabajo del pueblo de la República.
La cooperación será activada hasta alcanzar el completo
desenvolvimiento que demandan las nuevas concepciones del comercio y empleo
mundiales de las energías.
Y finalizaba al decir que: “Ahora, cuando todo lo que es
fundamento de nuestro porvenir está en nuestras manos cuando pisamos tierra
nuestra, absolutamente nuestra, cuando disponemos a nuestro albedrío de todo lo
que constituye el patrimonio argentino, podemos decir que la libertad política
se ha complementado con la independencia económica, proclamada solemnemente en
la histórica Tucumán, que conoció la aurora de nuestra nacionalidad y ha sido
propicia sede a la consolidación de la Argentina socialmente justa,
económicamente libre y políticamente soberana”.
ACTA DE DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA ECONOMICA
SAN MIGUEL DE TUCUMAN 9 DE JULIO DE 1947
En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de
Tucumán, a los nueve días del mes de julio de mil novecientos cuarenta y siete,
en celebración del centésimo trigésimo primer aniversario de la declaración de
la independencia política, sancionada por el Congreso de las Provincias Unidas
reunido en mil ochocientos dieciséis, se reúnen en acto solemne los
representantes de la Nación, en sus fuerzas gubernativas y en sus fuerzas
populares y trabajadoras, para reafirmar el propósito del pueblo argentino de consumar
su emancipación económica de los poderes capitalistas foráneos que han ejercido
su tutela, control y dominio, bajo las formas de hegemonías económicas
condenables y de las que en el país pudieran estar a ellos vinculados. A tal
fin los firmantes, en representación del pueblo de la Nación, comprometen las
energías de su patriotismo, y la pureza de sus intenciones en la tarea de
movilizar las inmensas fuerzas productivas nacionales y concertar los términos
de una verdadera política para que en el comercio internacional tengan base de
discusión, negociación y comercialización los productos de trabajo argentino, y
quede de tal modo garantizada para la República la suerte económica de su
presente y su porvenir. Así lo entienden y así lo quieren, a fin de que el
pueblo que los produce y elabora y los pueblos de la tierra que los consumen
puedan encontrar un nivel de prosperidad y bienestar más alto que los
alcanzados en ninguna época anterior y superiores a los que puedan anotarse en
el presente. Por ello, reafirman la voluntad de ser económicamente libres como
hace ciento treinta años proclamaron ser políticamente independientes. Las
fuerzas de la producción e industrialización tienen ahora una amplitud y
alcance no conocidos y pueden ser superadas por la acción y trabajo del pueblo
de la República. El intercambio y la distribución suman cifras que demuestran
que el comercio y la industria se expanden conjuntamente con aquellos. La
cooperación, que contribuye a fijar de manera permanente las posibilidades humanas,
será activada hasta alcanzar el completo desenvolvimiento que demandan las
nuevas concepciones del comercio y empleo mundiales de las energías. A su
término, una vez leída esta declaración y preguntados si querían que las
provincias y territorios de la República Argentina tuviesen una economía
recuperada y libre del capitalismo foráneo y de las hegemonías económicas
mundiales o de las naciones comprometidas con aquéllas, aclamaron y reiteraron
su unánime y espontáneo -así como decidido- voto por la independencia económica
del país, fijando por su determinación el siguiente Preámbulo:
“Nos, los representantes del pueblo y del gobierno de la
República Argentina, reunidos en Congreso Abierto a la voluntad nacional,
invocando a la Divina Providencia, declaramos solemnemente a la faz de la
tierra la justicia en que fundan su decisión los pueblos y gobiernos de las
provincias y territorios argentinos de romper los vínculos dominadores del
capitalismo foráneo enclavado en el país y recuperar los derechos y gobierno
propio y las fuentes económicas nacionales. La Nación alcanza su libertad
económica para quedar, en consecuencia, de hecho y de derecho, con el amplio y
pleno poder de darse las formas que exijan la justicia y la economía universal
en defensa de la solidaridad humana. Así lo declaran y ratifican ante el pueblo
y gobierno de la Nación el gobierno y pueblo aquí representados,
comprometiéndose, uno y otro, al cumplimiento y sostén de esta su voluntad,
bajo el seguro y garantía de sus vidas y honor. Comuníquese a la Nación y, en
obsequio del respeto que se debe a los demás Estados, detalladamente en un
manifiesto y acta las fuentes determinantes de esta solemne declaración, dada
en la Sala de Sesiones del Congreso de las Provincias Unidas, donde en mil ochocientos
dieciséis se proclamara la independencia de la República, y refrendada por los
representantes del pueblo y gobierno argentinos aquí reunidos”.
FIRMAN: Juan Domingo Perón Presidente de la Nación Argentina
Ministros: Quijano, Borlengui, Gramuglia, Miranda,
Pistarini, Carrillo y otros.
Fuente: Abogados Tucumàn